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Vigésima tercera entrada

Tarde de estrellas

Llego agotada por el calor horrible. Me trago la sopa que quema, pero llevo prisa. Armario abierto de golpe, le arranco el vestido de flores, los zapatos que combinan. O sólo uno. ¡Mierda! Maldito desastre que soy, desastre que llega tarde. Ah, debajo de la cama.

Chamarra, bolsa, sonrisa que sirva de excusa. Me voy. Carretera, atajo, casa.

—Buenos días.
—Buenas tardes, más bien— respondo. Silencio. Lo corto.—Me siento rara vistiendo formal en jueves.
—Los jueves son formales.

Vaya chiste. ¿Era yo la única que no vestía formal en jueves?

En el lugar hay muchos asientos y una multitud ocupando algunos bajo estrellas con notoria ausencia de helio. Pongo más atención en las personas: cabello rubio que acompaña a cejas oscuras, máscaras de luchador, cámaras. Me viene a la mente el Capitolio: peinados extravagantes, colores chillones, bocadillos en una larga mesa. ¿El Capitolio o convención de cómics? Por los dioses, alguien se vistió de monja con peluca azul.

El espectáculo continúa. Aplausos más que gritos. Música y video. Niños juegan a caerse porque les da igual dónde jugar. Vaya tarde de estrellas.

Agradecimientos especiales a Vania Carrillo Juárez, quien escribió el borrador de esta entrada por mensaje en WhatsApp. Coldplay - A Sky Full of Stars se tomó en cuenta como inspiración.

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