Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de abril, 2014

Décima entrada

Recuerdo cuando comencé a observarla más cerca, a aprenderme sus gestos, a buscarle pecas o lunares en su rostro, a adorar sus vívidos pómulos, noté esa división curiosa entre sus labios y la piel que los rodea. Sus labios cautivan, sus hermosos y suaves labios. Oh, hace ya más de una semana no los tengo cerca exhalando cariño. Me hace sentir desgraciado.

Novena entrada

Esa sensación nerviosa está presente. Es común tenerla por aquí pero nunca costumbre, rutinaria o aburrida. Mis brazos me pesan más de lo normal y mis manos realizan movimientos torpes. Mis piernas son más ligeras y mis pies se enredan entre ellos como audífonos dentro de mi bolsillo. Sé que estás cerca y me siento tonto, débil, vulnerable. Mientras te espero me concentro en ese momento en que me haces falta para que lo aplastes con tu presencia en unos minutos. Te necesito y lo siento recorrer mis entrañas, mi mente, mis sentimientos. Me repito que falta poco al mismo tiempo que mi mirada se pierde viendo, no observando, mis oídos divagan oyendo, no escuchando, mi olfato se tapa, no oliendo, mi boca se seca deshidratada, sin tus labios, mi tacto congelado se anima a sí mismo, está solo.

Octava entrada

Caminar. Si se hace de manera correcta, tranquilamente, con sutileza, es un equilibrio perfecto.Vista al frente, cabeza erguida. Espalda recta, brazos balanceados. Pecho levantado, respiración controlada. El movimiento coordinado de las piernas mantiene las nalgas firmes. Me hace sentir imponente.