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Tres noches sin dormir

¿Cómo se lo puedo decir? No sé, no encuentro la manera. ¿Tú sabes qué grado de amor es el ver una foto suya, el ver sus ojos y sentir que te pierdes en un abismo de ternura y felicidad? ¡Con solo una foto! Siento que me moriría si viera sus ojos en persona por dos segundos.

¡No! ¡Esto no me puede estar pasando! ¡¿Por qué tengo este dolor en el pecho?! El pensarla me da tantas ganas de que esté aquí. No puedo dormir imaginándome cómo sería si sus labios rozaran los míos...

Ella es más adictiva que la metanfetamina. Me siento ansioso por abrazarla y saber qué se siente tenerla a mi lado. Daría todo por estar con ella en este momento, sin pensarlo. ¿Por qué me carcome este sentimiento que hasta el sueño me quita? No lo sé. Quizá porque ella es la indicada. ¿O no? Ahora estoy pensando en que tal vez, solo tal vez, podría ser. En otro momento, en otra vida, pero en esta no. El no haber tenido ninguna oportunidad con ella no es lo que me duele más. Me destroza no saber el porqué.

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