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Mostrando las entradas de mayo, 2015

Vigésima octava entrada

Melómana Caminaba Julia hacia el norte en contraflujo al sentido de la avenida. Los Skullcandy bien puestos en las orejas, disimulados por su cabello suelto, hacían sonar el mixtape que, según ella, era el mejor que había creado hasta entonces.    Tenía el volumen a todo lo que daba, aislándola de lo que sucedía alrededor.

Fuego en la sangre

Ya no quiero gritar No lo puedo soportar Llorar por dentro, para que no lo noten los demas Dejenme en paz estoy arto de que se metan mas y mas Se que al jalar el gatillo ya no habra marcha atras Pero que mas da? No tengo nada que perder Y se que a unos cuantos les va a causar placer Verme en el suelo, destrozado sin Nada de fuerza en mi ser Esta vez me toco la de perder Esque ya lo puedo ver Es mi camino Al fin lo encontré, espero que me lleve a mi destino.

Ella...

¿Qué es eso? ¿Qué es eso que me vuelve loco? ¿Serán sus bellos labios? ¿Podría ser su brillante sonrisa? No lo sé... Me gusta... Cierro los ojos y me invade aquel sueño en el que eres la protagonista.

Mi hermano

¿En qué voy a terminar? ¿En qué voy a terminar? Tal vez en una gran empresa, tal vez abajo de un puente, tal vez rico, tal vez pobre, tal vez con amigos o sin ellos. Mira, mira, mira ese edificio... sería fácil ir y, no sé, se me ocurre subir al séptimo piso y pensar por qué no acabar con todo. Ya sabes claudicar, rendirse, terminar el camino, el principio del fin, etc.

Una misión especial

Algunos dicen que somos seres únicos, otros dicen que solo somos estorbo para los que sí tienen importancia, pero en realidad, todos somos únicos en este mundo, aun estemos deprimidos y no encontremos la solución a los problemas y lo único que vemos como última opción el suicidio, va a ver algo que nos esté esperando, algo grande, algo especial para nosotros, algo que anhelamos mucho.