2:20 Él de pantuflas, ella de pijama, a las cinco de la tarde. Tomados de la mano van a la cocina de paredes anaranjadas con verduras desagradables haciendo juego con lo nublado del cielo. Todo es un desastre, hot-cakes de hace cuatro días medio escondidos en una bolsa, la pila de trastes rebasa el lavadero en un equilibrio casi tan peligroso como de acróbata a treinta metros de altura, infomerciales escuchándose a lo lejos. Esculca ella la alacena en busca de más comida chatarra, encuentra palomitas con mantequilla para microondas.
Somos quienes escriben cuando no nos ven.